jueves, 3 de abril de 2014

CAPITULO 2 (Almas al vuelo)

Yo soy más fuerte que tu, así que te ayudare Eithan –Braxas miro con una risa a su hermano, viendo como el chico trataba de sacar la punta de su espada de la pared de piedra de su habitación –no tienes que hacerlo Braxas, se que muestro padre quiere que acecine a los ángeles y no me dejara salir del inframundo, hasta que lo haga. –su hermano Eithan, tenía solo un par de décadas, aunque parecía de un chico de doce años, pero a plena vista parecía tan frágil a pesar de que su cuerpo era musculoso.
Tanto él como Eithan eran hijos de madres humanas. Sus madres habían muerto tratando de protegerlos de Cano su padre.
 
Antes que llegara Eithan al inframundo, Braxas mataba pero no por sed de sangre. Sino para poder ir a la superficie a ver la tumba de su madre.
Para ellos era completamente difícil tenían que engañar a todos los otros demonios. Braxas ya tenía cientos de siglos en el inframundo y había construido una reputación con mucha sangre en sus manos, tanto de ángeles, demonios y de humanos.
 
En cambio Eithan por el tiempo que había estado en ese lugar. Solo había matado a demonios, pero a ningún otro ser.
El recordaba a su madre tan claramente, que cuando le hablaba a Braxas de ella, era como si sintieran su calidez en la habitación.
Cuando vio a su hermano a su llegada al mundo oscuro, dijo que no duraría ni una década en ese lugar inmundo, en cambio la primera vez que le trajeron a un ángel él se quedo embelesado con él, al final se enfrento con Cano para que lo dejaran libre. A causa de eso lo azotaron a Eithan.

Braxas…  ¿qué te pasa?... ­–pregunto Eithan. No es nada… feliz cumpleaños hermano –se acerco al pequeño poniendo sus manos sobre sus hombros. Tan rápido –dijo sin sentimiento alguno, se alejo de Braxas, tomando lugar en frente del ventanal. No puedo creerlo… ya un siglo ha pasado... Sabes que él nunca me dará la libertad, ¿verdad?... Y mi cuerpo no envejecerá si sigo en este lugar. –miro a Braxas con los ojos de un anciano, apesar de su joven apariencia.

Fue causa de su padre Cano. El lanzo un hechizo al niño, el cual llegara a romper si acecina a un ángel.
Así que lo sabes –Braxas dijo con un tono neutro, aunque le causaba mucho dolor por que el alma de su hermano caería en desesperación. Me envió para… tu prueba… -no pudo terminar la oración, se dirigió a la puerta y la abrió para dar paso al pequeño.